“Hoy casi no habla… pero cada receta suya sigue diciendo tanto”.

Hay personas que no necesitan muchas palabras para enseñarte todo. Mi abuela Teófila es una de ellas.

Con sus manos suaves y decididas, preparaba lo que más nos gustaba:

Cosas con azúcar, sin azúcar, pero siempre con cariño, por que para ella, cuidar era cocinar. Y el amor… se servía en la mesa.

Recuerdo su cocina llena de olores que te envolvían el alma: ese cacao calientito, las almendras tostadas, el
susurro de la canela. Cada sabor era un abrazo, cada aroma un “te quiero” sin decirlo.

Hoy, aunque ya casi no dice nada, su legado vive en cada tableta de chocolate que hacemos, un chocolate pensado para quienes quieren cuidar y disfrutar, como ella lo hacia.

Vegano, sin azúcar, lleno de intención y ternura, por que Teófila es más que una marca, es una promesa, la
de volver a sentir que estás en casa, que alguien pensó en ti al preparar algo rico, que el amor se puede compartir, bocado a bocado. Y si, lo llamamos chocolate, pero es amor en su forma más dulce.

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Slogan

“Teófila, el amor que permanece”.